Endocrinología I
Hace 500 años el Universo estaba lleno,
ahora sólo hay vacío
y bozones de higgs.
Hace 500 años todo era materia.
Los sentidos eran uno: tacto.
las partículas nos tocaban los ojos y veíamos
el roce del aire, la música, oíamos.
El alma material
se constituía de espíritus materiales,
animales diminutos habitaban los fluidos del cuerpo.
El amor se hacía por la selva endócrina.
Así hubiese sido la cosa:
1) Nos miramos.
Te sale un espiriteli del ojo y llega al mío.
Nada por mis nervios ópticos hasta la glándula pineal.
Una primera aproximación.
Como con la nicotina,
los espiritelis reclaman más.
Quieren saltar.
Presionan la cornea
desde adentro, hacen lágrimas.
Saltan, se disecan, caen
el vacío entre los cuerpos.
Entonces nos acercamos,
para evitar la masacre.
Ahí se siente:
existen otras vías de escape.
2) Abrimos la boca.
Se
inaugura un parque acuático,
animales
espirituales hacen crol
en
la saliva, acarician las papilas gustativas.
En
el tracto digestivo
sortean
a las enzimas,
asesinas
del amor.
Sobrevivientes
ingresan al torrente sanguíneo,
andan
por pasillos rojos,
llegan
mutilados,
elefantes
sin orejas,
conejos
sin patas,
gacelas
tristes.
Van
llegando a la cima,
palpitan
toda orgía.
3) Nuestros cuerpos
sucumben.
El
torrente colapsa
de
una muchedumbre de cancha
de
animalitos místicos
que
nadan y quieren pasar
hacia
dónde estás y después volver,
y
después volver.
Van
cantando canciones al ritmo de
olé
olé olé
y
vienen de vuelta
olé olé olá.
Sangre. Fluídos.
El cuerpo estalla y abre el portal.
El camino corto no es el camino mejor.
Olé olé olé.
El corazón percibe el movimiento popular (tu tun tu tun)
Viajan los espiritelis por el mundo fluido,
el aire no los reseca,
las enzimas no los alcanzan,
la libertad.
Los espiritelis
colmados en la glándula
hicieron ejército.
Invencibles millones de agentes organizados
tomaron el Cuerpo.
Ahora ya saben:
la primera línea salta por los ojos,
kamikazes del amor.
La segunda sortea los mortales vericuetos digestivos.
Los que sobreviven se encuentran con los primeros.
Central de operaciones.
El paso final es simple.
Los minúsculos lo dominan todo.
Hace 500 años los espíritus animales reinaron sobre la Humanidad.
El totemismo fue la filosofía oficial.
Inquietos como canguros,
astutos como zorros,
soberanos como cuervos.
Nos encontrábamos en esa selva,
que éramos todos.
El alma se compartía
como flora bacteriana.
Luego llegó el látex.
Y reinó el capital.
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